Ya he dicho en más de una ocasión que me encanta el pan. Hace algún tiempo cogí la costumbre de comerme un panecillo de postre, así seco, sin nada más, cómo disfrutaba comiéndome ese trozo de pan cuando ya había terminado la comida. Digo disfrutaba porque luego dejé de lado esta costumbre, me di cuenta que no podía seguir así, que ya con la tripa llena este trozo de pan que me metía entre pecho y espalda no me podía hacerme mucho bien... Mejor hacerlo junto a la comida, en una medida razonable, o como en esta ocasión dando al pan todo el protagonismo posible.
Cuando veo un buen trozo de pan no puedo dejar de acordarme de mi tía Ramona, mi Tataona, que ya de muy mayor siempre que podía se escondía en los bolsillos trozos de pan para luego comérselos a escondidas, y más tarde te encontrabas los pedazos de barra en la butaca o en los bolsillos de los delantates.
Pocas satisfacciones tan grandes como la de abrir el horno y encontrarse un buen trozo de pan esperándote. Tampoco tengo mucha idea de masas, hago cosas muy básicas pero que me causan una gran satisfacción, como estos bollitos o panecillos, que una vez hechos los cortas por la mitad, le refriegas un buen tomate y le pones aceite de oliva virgen extra y de pronto te encuentras con un espectáculo. Hoy he optado por Aceite de Oliva Virgen Extra Beneoliva, una empresa que pone todo el empeño y la dedicación en ofrecer una amplia gama de aceites que satisfagan con creces las necesidades de sus clientes, teniendo siempre como objetivo la máxima calidad. Autenticidad, originalidad, expresión, aroma y sobre todo, amor por las cosas simples, se unen con gran armonía para conseguir aceites de alta calidad. Este reflejo es el fruto de un trabajo laborioso con grandes pinceladas artesanales que comienza en la tierra, realizando un cultivo intensivo adaptado a las nuevas formas de agricultura más respetuosas con el medio ambiente y realizando un seguimiento continuo de la cosecha poniendo las mejores condiciones para obtener un gran producto final. En Beneoliva están comprometidos por conseguir la excelencia y la calidad en todo lo que hacen. Para ello aplican este fundamento de filosofía a todo el proceso de elaboración de sus aceites, desde el árbol hasta la mesa.
En primer lugar pondremos en un bol 370 gramos de harina de fuerza y la mezclaremos con una cucharadita y media de sal fina. A continuación echaremos una cucharadita de azúcar y 13 gramos de levadura fresca. Mezclamos un poco, hacemos un hueco en el centro y añadimos una cucharada de aceite de oliva virgen extra y 230 gramos de agua templada. Comenzaremos a amasar sobre una superficie plana, en la que previamente habremos echado un poco de harina, hasta obtener una masa homogónea. Si vemos que queda algo pegajosa podemos añadir pequeñas porciones de harina, hasta que quede completamente elástica. La idea es hacer una bola y ponerla dentro del mismo bol que antes hemos utilizado, tapada con un paño limpio de cocina, hasta que doble su volumen. Iremos observando con cuidado. Después, cuando haya levado la bola, tengo la costumbre de pesar la masa y divido en diez partes iguales. Con estas partes hago unas bolas, amasando con la mano. Termino colocándolas en una plancha de silicona espolvoreada con harina, encima de la rejilla del horno. Dejo de nuevo un tiempo tapadas con el mismo trapo, hasta que las bolas vuelvan a crecer, unos 45 minutos. Ahora suelo hacerles un pequeño corte en cruz a cada bola, las pincelo con un poco de aceite de oliva, espolvoreo con un poco de harina y suelo poner encima o bien una mezcla de finas hierbas, o un poco de de pimienta o sésamo. Normalmente no necesitan mucho tiempo de horneado, unos 10 ó doce minutos, pero voy controlando y mirando hasta ver que se han dorado. Alguna vez he puedo debajo de la rejilla un cacharrito con agua, he leído en más de una ocasión que proporciona humedad, pero no lo hago siempre.
Luego sólo queda dejar enfriar sobre la rejilla, fuera del horno. A la hora de comerlos una buena opción puede ser cortarlos por la mitad, refregarles el tomate y poner un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra. O disfrutarlos de la mejor manera que a cada uno se le ocurra, como panecillos individuales, encima de la mesa, a la hora de comer, también quedan de miedo. Para los que nos gusta el pan casero es una buena forma de comenzar a hornear masas, obteniendo como resultado unos panecillos sencillos, muy vistosos, ricos y preparados en casa.
Para la elaboración de esta receta he recibido muestra de la empresa Beneoliva a la que agradezco su colaboración.
Ultimamente medá mucho por hacer panecillos ..estos tuyos se ven geniales para un desayuno medieterraneo con aceite , tomate y jamoncito ..jeje preciosa foto y estupendo pan ... besos y buen finde ..MARIMI
ResponderEliminarholaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarque ricoo manjar :) a mi me encanta. Lo del ritual del c husco de pan después de comer yo lo sigo haciendo, un cachín pequeño porque mi cuerpo también crece. S lo ancho :)
Buenissssimo!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMarga
Hola Javier, éste es uno de mis desayuno favoritos. Me encanta y es que a mí, al igual que tú, me encanta el pan. Un abrazo y feliz finde.
ResponderEliminarUn buen pan es todo un placer, te han quedado estupendos, para desayunar este fin de semana, perfectos. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarPara no ser un experto en masas, estos panecillos están diciendo cómeme, con ese tomate y aceite son super apetecibles.
ResponderEliminarVas hoy a la Cremada del dimoni? Tráete panecillos de estos, jejeje.
Besos y buen fin de semana!
Que buenos, y que razón tienes, nada como un rico pan casero.
ResponderEliminarBesos
me encantan, sobre todo para desayunar
ResponderEliminarhttp://senoritamandarina.blogspot.com/
Javier, a estos panecillos si que me apunto yo!
ResponderEliminarque buenos estos panecillos! me los comería a cualquier momento. besos
ResponderEliminara mí me gusta mucho el pan y si tiene ingredientes diferentes más!
ResponderEliminarme ha encantado tu receta!
me quedo por aquí y te invito a mi blog por si te apetece conocer mis nuevas cucharitas de madera!
www.colorentuscomplementos.blogspot.com.es
Tiene que estra buenísimo para desayunar un dia de vacaciones.
ResponderEliminarun saludo.
Javier que panecillosssss...ya te llevo el jamon!!!!!
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana
Miguel
lsreposteriademiguel.com
Yo "adoro" el pan, no se comer nada sin él.
ResponderEliminarNunca lo hago en casa, pero he de confesarte que esta receta me parece genial.
Bon cap de setmana
Hola Javier!!! Mira que da gusto comerse un buen trozo de pan y si encima es casero más todavía.
ResponderEliminarAsí en bollitos son ideales para el desayuno o la merienda, bssss.
Javier esos bollitos tiene que estar de escándalo.
ResponderEliminarViva el pan en todas sus variantes, soy fan absoluta del pan hecho en casa.
ResponderEliminarsaludos.
Es cierto Javier un buen aceite de oliva pone el broche de oro en muchos de nuestros platos y también en un buen pan casero....buen findeeee
ResponderEliminarjajajaj, una de mis abuelas siempre llevaba trozos de pan también en el delantal
ResponderEliminarYo tampoco es que entienda mucho de masas pero desde luego que el resultado se ve muy apetecible
Besitos
Según empezaba a leer tu entrada estaba viendo a mi hijo sentado a la mesa con su bollo (así redondo le deja el panadero), aveces antes de que llegara a ponerle la comida a la mesa ya se lo ha zampado.
ResponderEliminarMe parece una manera muy rica de comer el pan, con un buen aceite y tomate.
Buen finde
No hay nada como un buen pan si esta aun tibio mejor y un chorrito de aceite virgen extra no
ResponderEliminarpa amb oli le denominamos por aqui
Trabajar con levadura da muchas satisfacciones. La receta que has hecho la puedes emplear tambien para hacer unas ricas pizzas.
ResponderEliminarSaludos Javi
...mi desayuno preferido!
ResponderEliminarGracias Javier, he tomado buena cuenta de su elaboración.
Buen fin de semana y un abrazo.
Ramón
te han quedado mas rico que me dejas con ganas de comerme uno cuando te sobren me mandas, ya quisieran en muchas panaderías tener estos panecillos besos
ResponderEliminarJavier , a mi me encanta el pan casero asi que cuando vi tus panecillos se me hacia la boca agua ,te quedraon fantasticos
ResponderEliminarbesinos
¡Qué panes!. ¡Quién los pillara mañana para desayunar!.
ResponderEliminarJajaja, en mi familia hay varios que tienen esa costumbre de comer siempre un trozo de pan al final de cada comida.
Un besote.
jajajajaj yo también tenia esa costumbre y los fines de semana mientras friego la cocina me estoy comiendo mi trocito de pan...es que sabe mejor ¿verdad?...el pan de hoy es para esconderlo jajajajaja
ResponderEliminarbss
loli
Mi marido y mi hija dicen que su postre es un trocito de pan.
ResponderEliminarMe encantan estos panecillos!! Además que apetecibles con una tabla de quesos
Bss
Patricia
Te quedaro estupendo,me haria falta por lo menos dos para mañana el desayuno,tostadido y uno con tomate y aceite y otro con mantequilla y mermelada de melocotón.
ResponderEliminarUn abrazo
Me has recordado a los desayunos del sur.
ResponderEliminarCuando voy a Cádiz o Málaga, siempre pido el mollete con tomate y aceite ¡qué riquísimo está!
Te deseo una feliz semana.
Abrazos.
Kasioles
Con lo aficionada que me estoy volviendo yo a hacer pan...
ResponderEliminarSe ven deliciosos.
Besos!