Vasitos de crema catalana, chocolate, fresas y galletas

Ayer me enteré por televisión que hoy comienza el verano, la verdad es que este año ando algo despistado, hay días que incluso paso frío, no es como otras veces que desde antes del mes de mayo uno tiene la necesidad de ir soltando poco a poco la ropa. La verdad es que tengo muchas ganas de coger las vacaciones y perderme unos días por algún lugar chulo. Así que hoy, desde las siete de la mañana aproximadamente, estamos en la época del año en la que todos nos relajamos un poco, disfrutamos más de la calle, el sol, la familia, los amigos, las tapas, los tintos, la pelota, la playa, el deporte, los hobbys, el bronceador, la cámara de fotos, la siesta, la piscina, los helados... He pensado que con esta receta me despido hasta la temporada que viene, estaré por aquí aún paseando por vuestras cocinas, y no dejaré de hacer recetas estos días, pero el blog se toma un descanso. Bueno, mejor dicho: yo me tomo un descanso, a ver si así consigo cargar pilas y ordenar las ideas de cara a la próxima temporada.

Para celebrar que comienza el verano nada mejor que hacerlo con un postre, siempre que hago este tipo de vasitos me planteo la misma cuestión: si comerlo por capas o rebujar todos los ingredientes con la cuchara. Al final llegué a la conclusión de que lo mejor es hacer varios, así unos te los comes de una forma y los otros de otra. Está claro que, para los que nos gusta el dulce, disfrutaremos igualmente, te los comas como te los comas...

Hoy para hacer este postre he usado productos de una marca de confianza como Virginias. Una empresa que desde su fundación ha disfrutado de un gran prestigio en el mercado y que cuenta con una gran diversidad de productos entre los que poder elegir. Además son líderes en productos sin azúcar. Qué bueno su chocolate, ya sabéis que soy muy chocolatero, y siempre que llega alguna tableta a casa estoy muy contento.

En primer lugar cogí 12 galletas Super María Tostada a la crema y las puse en el vaso de la picadora durante un minuto y medio aproximadamente. Después eché en un bol las galletas desmenuzadas. Lo mismo hice con media tableta de chocolate con leche sin azúcares añadidos, primero a la picadora y después reservé en otro bol.

Para hacer la crema catalana puse a cocer al fuego en un cazo 250 ml de leche semidesnatada, con una rama de canela y la mitad de la piel de un limón, cortada con mucho cuidado, para no coger la parte blanca del limón. En otro bol mezclé con unas varillas dos yemas de huevo, 45 gramos de azúcar y 15 gramos de harina de maíz, hasta integrar todos los ingredientes. Cuando la leche del cazo hirvió la colé, después la incorporé poco a poco al bol anterior con las yemas, el azúcar y la harina de maíz. De nuevo con las varillas di unas vueltas y lo puse a cocer todo de nuevo, a fuego lento, hasta que fue espesando y conseguí la consistencia adecuada. Para facilitar luego el trabajo metí la crema en una manga pastelera.

Con respecto a las fresas, sólo tuve que lavarlas bien y cortales las hojas verdes. Algunas las troceé y otras las dejé enteras para terminar de acabar cada vaso.

Ya sólo me quedó llenar los vasos, usé unos muy chulos de té que compré en Turquía, un país que me encantó. Primero capa de galleta molida, después una de chocolate, un poco de crema y por último las fresas. A todo el mundo  deseo un buen verano y que esta época tan chunga que estamos pasando termine pronto, que después de las vacaciones comencemos al menos a ver como las cosas se van arreglando, que los que tienen en sus manos la posibilidad de hacerlo se dejen de una vez por todas de tonterías y nos traten a los ciudadanos con la responsabilidad, dignidad y sensibilidad que merecemos. Quiero pensar que soluciones hay para arreglar este embrollo, por muy difícil que sea encontrarlas... ¡Buen verano!

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Para la elaboración de esta receta he recibido muestras de la empresa Virginias a la que agradezco su colaboración.