Chips de remolacha

¿Qué tal el fin de semana? Cuando llega el lunes tenemos por delante toda una semana para llenarla de proyectos, los lunes tienen mala prensa, pero es importante pensar en positivo y disfrutar de cada día con todas sus oportunidades. ¿Cuántas veces he comentado en el blog que siempre me gusta preparar alguna cosilla para picar con la comida? Ya, ya sé que me repito bastante... hoy he pensado traer unos chips de remolacha y un queso de primera de la empresa Vega Sotuelamos. Su denominación proviene de la región de La Mancha y se elabora a partir de leche de ovejas de raza manchega, con una alimentación de vegetación muy rústica y característica de su clima áspero. Los intentos por elaborar queso manchego fuera de nuestro país no han tenido éxito, puesto que ha resultado imposible imitar los factores climáticos y de alimentación más allá de los límites territoriales de La Mancha.

Cuando vi el queso comencé a pensar en alguna receta en la que pudiera usarlo como ingrediente, pero cuando lo probé tuve claro que lo recomendaría así tal cual, en todo su esplendor, para disfrutar al máximo de todo el sabor y todos los matices de este queso manchego que me ha encantado. En esta ocasión decidí hacerlo con una cuña de Queso de Oveja Curado. Madre mía, cómo he disfrutado comiendo este queso con unas regañás, una buena copa de vino de Jerez y los chips de remolacha. Vega Sotuelamos cuenta con una gran variedad, para que podamos encontrar el queso que más se adapte a nuestros gustos: Queso de Oveja Tierno, Queso de Oveja Semicurado, Queso de Oveja Curado, Queso de Oveja Romero, Queso de Oveja Gran Reserva... aunque luego podemos encontrar personas que parecemos ratones, porque nos gustan todos jajaja

Para hacer los chips de remolacha sólo tenemos que cortar las hojas, pues esta parte no nos servirá. Después pelaremos la remolacha y la cortaremos en rodajas lo más finas posibles, con un cuchillo bien afilado, o con un truquillo de cocina: usar el cortafiambres para obtener unas láminas súper finas, todas con el mismo grosor. Una vez cortada la remolacha en láminas sólo tendremos que freírlas en una sartén con mucho aceite, a gran temperatura, y nada más salir poner en papel absorvente. A la hora de servir eché sal por encima. Quien ya haya probado este plato no me negará que es para repetir lo antes posible y quien aún no haya tenido el gusto de probarlo ya está tardando en hacerlo...

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Para la elaboración de este plato he recibido muestras de la empresa Vega Sotuelamos a la que agradezco su colaboración.