Vamos con una receta muy sencilla. Aquí el que no cocina es porque no quiere... Primero freímos los tomates: Para poder quitar la piel con facilidad, hervimos los tomates enteros, una vez que se les ha quitado el corazón y realizado unos cortes en cada extremo. Cuando estén dos minutos hirviendo, sacar del agua y quitar la piel a tiras. En una cacerola, con un poco de aceite de oliva, freimos cebolla picada y pimiento cortado a trocitos. Cuando estén pochados añadir los tomates triturados, sal y una pizca de azúcar. Freír a fuego lento, con la tapadera puesta y dar vueltas de vez en cuando.
Ponemos a cocer en agua con sal y un poquitín de aceite de oliva los macarrones, el tiempo que nos indique el fabricante en el paquete. Cuando estén cocidos sacar del agua y apartar. A mí me gusta pasarlos por agua fría. Cuando el tomate frito coja buen color, lo mezclamos con los macarrones y echamos un poco de queso rayado por encima, gratinamos en el horno (yo prefiero sin gratinar) y a comer.
Oye muy buena pinta, me gustan..
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