Hace un frío que pela. Y en estos casos nada mejor que un buen plato de cuchara acompañado de un fantástico vino. Me encantan estos tipos de platos de toda la vida, sin embargo hace unos días comprobé que no tengo muchos en el blog, así que habrá que remediarlo, hoy por lo pronto presento unas ricas legumbres.
Garbanzos con bacalao, un plato tradicional que no quería que faltara en mi recetario. En este tipo de recetas se puede aplicar eso de que cada maestrillo tiene su librillo, porque me consta que hay muchas maneras de hacerlo, aunque todas suelen ser bien parecidas.
Y para una buena receta pues un buen vino. En este caso de Juan Gil Bodegas Familiares, un grupo formado por una serie de pequeñas bodegas
repartidas por la geografía española que se han ido incorporando al
grupo familiar desde el año 2002.
De esta forma, Juan Gil Bodegas Familiares, consigue aunar bajo una sola marca comercial un amplio
portfolio de vinos españoles de muy distintas características y
procedencias. Todos ellos con un denominador común, elaborados con
variedades autóctonas, una cuidada imagen y una inmejorable relación
calidad precio dentro del nicho de mercado donde se ubica cada uno de
los mismos.
A través de sus bodegas, la empresa apuesta decididamente por las variedades
autóctonas existentes en las diferentes y variadas zonas vitivinícolas
españolas, especialmente dedica un mayor esfuerzo en la conservación de
aquellos viejos viñedos que componen el rico patrimonio, aunque cada
vez más escaso, de estas variedades únicas en las distintas zonas donde
se encuentran sus bodegas.
Los diferentes enólogos en cada una de las bodegas, están especializados en la elaboración de las variedades típicas de las zonas donde se ubican las mismas.
Los vinos muestran las características de las variedades, los viñedos y zonas de las que provienen, mostrando su más genuina personalidad en cada caso.
Para acompañar los garbanzos con bacalao he escogido un vino Juan Gil 12 meses. Las uvas empleadas para obtener este vino proceden de viñedos viejos. Los
suelos calizos y pedregosos, muy pobres en nutrientes, son ideales para
cultivar la variedad Monastrell con un bajo rendimiento de alrededor de
2.500 Kg/Ha. El vino ha permanecido 12 meses en barricas de roble
Francés.
De atractivo color picota intenso con matices violáceos y potentes aromas de fruta roja madura, torrefactos, especias y notas ahumadas. De gran estructura es muy maduro y goloso, potente, sabroso y elegante, con buena entrada en boca y muy persistente. Perfectamente integrados la fruta, el alcohol y la madera en un armónico equilibrio que lo hace muy agradable en tomar. Con un largo final de boca mantiene la “dulzura” típica de la Monastrell.
Como digo he escogido Juan Gil 12 meses, pero la bodega tiene un amplio catálogo en el que podemos elegir la variedad de vino que más se ajuste a nuestros gustos.
Siempre recuerdo que cuando bebamos vino debemos hacerlo con moderación, una copa es bien saludable, pero no hay que abusar del alcohol en ningún momento.
Para hacer estos garbanzos con bacalao vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
- Un bote de garbanzos cocidos de 400 gramos
- Un huevo
- Un poco de perejil picado
- Una pizca de sal
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Una cebolla grande
- Un diente de ajo
- Un poco de pimentón dulce
- 200 gramos de bacalao
- 2 rebanadas de pan
- Ajo en escamas
Lo primero que hice la tarde anterior fue poner en agua el bacalao, con la idea de desalarlo. Le cambié el agua en tres ocasiones en un plazo aproximado de 15 horas. Lo mantuve en agua dentro de la nevera.
El día que tenía pensado hacer la receta le quité el agua al bacalao y lo escurrí.
En un cazo puse a cocer el huevo, hasta que se puso duro, unos 12 minutos aproximadamente.
Luego piqué el ajo muy fino, lo puse en una cazuela al fuego, con el aceite de oliva.
Mientras pelé la cebolla y la corté en trozos muy pequeños. Cuando el ajo cogió el color en la cazuela añadí la cebolla y poché durante varios minutos.
Después corté las tiras de bacalao en cuadritos pequeños, más o menos todos iguales, los rehogué con la cebolla y el ajo. Aparté del fuego, para que no se quemara el pimentón, y lo añadí dando unas vueltas con la cuchara de madera.
Entonces puse la cazuela de nuevo en el fogón, incorporé los garbanzos (que previamente había enjuagado), cubrí con agua (podemos hacerlo con caldo vegetal o de pescado) y cocí durante unos 15 minutos a fuego lento, no necesité más tiempo porque usé garbanzos cocidos. En los platos que utilizo bacalao siempre procuro probarlos antes de apartar para rectificar de sal. Como los encontré un poco sosos añadí una pizca de sal al potaje.
A la hora de servir puse los garbanzos con bacalao en el plato con una porción de huevo cocido. También eché por encima un poco de perejil picado. Tosté las rebanadas de pan para acompar, así como unos ajos en escamas.
Y como no el vino, Juan Gil 12 meses, ideal para este plato, maridaje perfecto. Un vino reconocido por consumidores y clientes. Si tienes la oportunidad de probarlo no lo dudes un sólo minuto.
Para la elaboración de esta receta he recibido muestras de la empresa Juan Gil Bodegas Familiares a la que agradezco su colaboración.
Di que; hace un frío tremendo y con este hermoso guiso el cuerpo se pone la mar de contento y con bacalao con lo que nos gusta en casa te hace mi marido la olaaaaaaa.Un besito y gracias por tan estupenda receta. Doris.
ResponderEliminar...espectacular!
ResponderEliminarUn plato propio de estas fechas y que mi madre lo hacía de maravilla!
Gracias Javier.
Un abrazo.
Ramón
Javier, un plato casero de toda la vida, delicioso y que con tu presentación parece un plato nuevo. siempre presentando las recetas con gusto exquisito.
ResponderEliminar¡Y mas frío que viene majo!...Garbanzos con bacalao...me chiflan, yo también los tengo en el blog por algun sitio...es una receta que me encanta...la tengo que hacer un día de estos para mis chicos.
ResponderEliminarMe has hecho recordar..qué bien.
Besos Javier.
Marialuisa
Hola Javier!!! Legumbres comería cada día, mi plato de este mediodia también con garbanzos, y con bacalao son una delicia! Besotes
ResponderEliminarUn plato divino, a mis hijos no les hace mucha gracia pero a mi y a mi marido nos encanta, nunca los había hecho con garbanzos de bote así que tomo nota, besos.
ResponderEliminarY menudo plato de cuchara!!!!!!!!!!!! estos de esos que no dejan indiferentes a nadie.
ResponderEliminarBesinos
Se me ha hecho la boca agua al ver estos garbanzos, la verdad me encantan y como dices, acompañados de una copa de vino, mejor!
ResponderEliminarun abrazo!
Un clásico¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ pero que rico plato, me encanta, todo lo que lleve bacalao, besos
ResponderEliminarCada vez me gustan más los platos de cuchara y este es uno de ellos!!
ResponderEliminarBss
todo un classico pero esta tan bueno verdad??? y mas con este frio!! beoss
ResponderEliminarUn clasico que no he hecho nunca, y que tu receta me viene de fábula, gracias. Bss.
ResponderEliminarHola Javier, mi comentario a esta receta sólo puede ser "Me encanta", yo lo llamo potaje de vigilia y en mi casa era un clásico para esas fechas, aunque yo se lo pedía a mi madre más a menudo. Ahora lo hago yo y aunque también me gusta, no me sale como lo hacía mi madre, pero la mezcla me sigue gustando y mucho, por eso a la vista del tuyo, me lo comería sin pensar, que buena pinta tiene, me gusta muchísimo!!! Besos!!!
ResponderEliminarNo te veo yo muy cofrade Javier, pero sin embargo el plato no puede estar más indicado para la Cuaresma que está a la vuelta de la esquina. Que pintaza Javier!!!!. Esto de los guisotes lo solucionas tu en dos días .
ResponderEliminarUn besote enorme.
Con mil sabores
menudo recetón, me encantan este tipo de platos y con el vinito pues genial. Me quedo por tu cocina Javier, un saludo!!
ResponderEliminarQué rico plato te ha quedado maravilloso!!! Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos
Javi, pues justo en estos momentos acaba de caer una granizada que no veas y hace un frío que pela.
ResponderEliminarA mi con la presentación ya me has conquistado, que lujo por dios!! y que saborcito más rico. Con ese vino de fabula.
Un abrazo
Un guiso de toda la vida, son los platos que nunca fallan, aunque cada uno siempre le damos nuestro propio toque, te ha quedado con un aspecto muy rico, es un buen plato.
ResponderEliminarUn beso.
Un guiso tradicional y delicioso con un emplatado muy chulo. ¿Dónde dices que está mi cuchara? Un besote.
ResponderEliminarMe encantan estos platos de cuchara de toda la vida. Y en estos días de invierno, más todavía (aunque reconozco que puedo comer un plato de estos hasta con 40º a la sombra!). Y si ya, lo acompañamos de un buen vino... debe ser capricho de dioses!!
ResponderEliminarUn besazo
Solamente la presentación ya merece un 10!
ResponderEliminar¿Puedes creer que nunca he comido garbanzos con bacalao? Vamos, que me llevo tu receta velozmente para poner fin a este desconocimiento
ResponderEliminar¡Besos mil!
http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es/
Un clasico que siempre apetece y ademas muy versatil en la manera de hacerlo.Divino ahora y siempre.
ResponderEliminarsaludos
Llevas razón, todo un clásico, pero ¡qué ricos! Te han quedado con una pinta buenisima.
ResponderEliminarSaluditos
Aunque es un plato conocido por la mayoría de nosotros, no por eso deja de estar para comérselo en cualquier época del año.
ResponderEliminarLlevamos toda la semana con temperaturas bajo cero ¿te imaginas lo rico que tiene que estar tu plato en un día como hoy? ¡Lástima no lo tuviese en mi cocina!
Te deseo un buen fin de semana y te dejo cariños en ese corazón grande que tienes.
kasioles
Qué deliciosos son estos platos de siempre, podemos hacer platos de nueva cocina más sofisticados y con nuevas técnicas pero al final simpre recurrimos a la base de la cocina, a los platos de toda la vida, llenos de sabor y buen hacer. Te ha quedado de 10 y te puedo asegurar que me comía un buen plato ahora mismo. Un abrazo y buen fin de semana, Clara.
ResponderEliminarMe encanta este plato Javier, y como bien dices con este frio entra de maravilla.
ResponderEliminarHe estado un tiempo alejada de los blogs pero ya me he puesto a ello otra vez y veo que has preparado unas cosas maravillosas. Bueno, como siempre.
Abrazos.
Ummmmmmmmmmmm babeando me tienes que lo sepas que pintaza tienen y seguro que estaban de muerte relenta, un clasico si ,pero a poca gente conozco no le guste ,me llevo un platin .
ResponderEliminarBicos mil y feliz finde wapo.
Cuantos recuerdos de mi infancia! Así con el huevi duro... riquísimo!
ResponderEliminarMe encanta este plato, y a ti te han quedado espectaculares. Qué cosa más rica.
ResponderEliminarUn besote.
Me ha encantado esta recetilla, me quedo por aqui visitando tu blog.
ResponderEliminarEstaré encantada de que me visites.
http://motivadaconlacocina.blogspot.com.es/
Javier , como te digo siempre eres un artista , unos garbanzos presentados como tu lo haces son un lujo en cualquier mesa , eres un crak
ResponderEliminarbesinos
Hola!, si un clásico de toda la vida, pero que bueno es y muy delicioso te ha quedado a ti, gracias por enseñarnos estos platos tan apetecibles . un beso!
ResponderEliminarQue seria de nuestras cocinas sin estos clasicos. Te han quedado un plato de 10.
ResponderEliminarSaludos