Brocheta de piña y mejillones rebozados con salsa de yogur

Recuerdo que hace muchos años mi madre apareció en casa con una bolsa y me dijo algo así como que había comprado una harina para rebozar que no necesitaba huevo, que en la tienda le dijeron que sólo con agua obtendría un rebozado perfecto. Recuerdo que ese día comimos unas berenjenas rebozadas buenísimas. Nos quedamos gratamente sorprendidos. Ese producto preparado alimenticio de harina para rebozar sin huevo tenía nombre propio: Yolanda.

Hoy lo traigo al blog para hacer una receta sencilla y rica de verdad. Preparada con ese ingrediente que hace muchos años me dio a conocer mi madre. La verdad es que me parece algo, al menos, curioso, incluso diría que bonito. De vez en cuando comer unos fritos nos alegra el día. Comenzaremos preparando la salsa: en un bol echaremos un yogur natural, una pizca de sal, otra de pimienta, un chorreoncito de aceite de oliva virgen extra, unas gotas de limón y una mezcla de finas hierbas como orégano, pimiento rojo, albahaca, ajo, tomillo, romero... Daremos unas vueltas hasta ligar completamente la salsa.

Continuaremos abriendo una lata de piña en su jugo y escurriéndole el caldo. Después cortaremos cada rodaja en cuatro partes. También escurriremos una lata de mejillones en escabeche. La harina la mezclaremos con agua en las proporciones que nos marca el fabricante, es decir, 6 de harina y 4 de agua. Iremos pasando por los mejillones y los trozos de piña por la mezcla, teniendo en cuenta que queden  bien empapados, y los freiremos en una sartén con aceite de oliva virgen extra muy caliente, dando un par de vueltas si es necesario. Al apartar las frituras las colocaremos en papel absorvente, para continuar pasándolas por un palillo de madera, para formar las brochetas. Quedan crujientes al máximo, de un aspecto inmejorable, y la mezcla de sabores no me digáis que no es bien atractiva.

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Para la elaboración de esta receta he recibido muestras de la empresa Yolanda a la que agradezco su colaboración