Bizcocho de nueces y zanahorias

Una de las primeras cosas que comencé a cocinar en casa hace muchos años (después de las tortillas de patatas) fueron los bizcochos. Como no teníamos horno, mi madre compró una recipiente que se colocaba encima del fuego de la cocina y conseguíamos unos bizcochos redondos buenísimos que parecían rosquillas enormes, que rellenaba después con flan o con crema pastelera. El día que hacía un bizcocho era casi un acontecimiento. Ahora casi nunca los hago, pero el otro día no pude resistir la tentación, de vez en cuando hay que darse el gusto, al fin y al cabo todos los ingredientes que lleva son sanos, así que me estoy pegando unos desayunos muy buenos. En casa tengo varias recetas de este bizcocho, no son completamente iguales, pero se parecen mucho, así que una mezcla de ellas a mi antojo.

Lo primero que hice fue echar en un bol dos tazas de azúcar y 3 huevos que comencé a batir con una varilla. Después añadí otra taza de aceite de oliva, 2 tazas de harina, un poco de coco rallado, otro poco de chocolate rallado, 8 zanahorias peladas y ralladas, una taza y media de nueces machacadas en el mortero, un poco de sal y otra pizca de canela en polvo. Por último un eché un poco de levadura en polvo. Batí toda la mezcla con la varilla hasta obtener una masa más o menos homogéna.

Cogí un molde apropiado para el horno, lo engrasé con aceite de oliva y le puse un poco de harina para que no se me pegara al hornearlo. Vertí la masa en el molde y lo metí en el horno.

El horno lo tenía precalentando, a 180º. Lo tuve unos 45 minutos, comprobé un par de veces con una varilla la consistencia, hasta que me pareció que estaba bien cocido. Para desmoldarlo fue suficiente esperar un poco y pasar un cuchillo por el borde del recipiente, salió sin problemas.

Nunca hasta ahora lo había hecho y su sabor me ha sorprendido gratamente. He disfrutado mucho haciendo el bizcocho, luego compartiéndolo en casa, también comiéndomelo, haciendo la foto y escribiendo esta entrada en el blog. Así que creo que no se puede pedir nada más.