Tortilla de espárragos con queso parmesano

Hoy me ha dado por mirar cuántas recetas he subido al blog acompañadas de vino de la Bodega Martín Códax y van muchas. En casa le tenemos especial cariño al vino Cuatro Pasos, ya he contado más de una vez que los viernes, preludio del fin de semana, nos gusta abrir alguna botella. En este caso, para acompañar la tortilla, elegimos un rosado, con notas de fruta roja y aromas florales. Tampoco me canso de decir que siempre que bebamos alcohol debemos hacerlo con moderación.

Bodegas Martín Códax ha crecido y evolucionado apoyando siempre a su gente, su tierra y su cultura. Una cultura que promueve por más de 40 países en todo el mundo. Un proyecto que comenzó con la ilusión y el esfuerzo de un grupo de viticultores y que hoy en día es ya una realidad que ha convertido a Bodegas Martín Códax en emblema de los vinos gallegos fuera y dentro de sus fronteras. Sus vinos se elaboran siguiendo novedosas técnicas de elaboración sin olvidar tampoco los métodos tradicionales.

Al cuanto al tema de las tortillas tampoco tengo ya mucho que decir ¡es que me gustan tanto! Siempre busco la excusa perfecta para hacer una tortilla, me da igual que sea para la cena, para picar o como comida principal acompañada de alguna otra cosa. Es que dan un juego increíble. Para preparar la de hoy vamos a necesitar:

• 3 Huevos grandes
• 50 Gramos de queso parmesano rallado
• Un manojo mediano de espárragos
• Un poco de sal de ajo
• Una pizca de sal
• Aceite de oliva

La elaboración no puede ser más sencilla: en primer lugar lavé los espárragos y luego los sequé con un paño bien limpio de cocina. Después los corté a trocitos (dejé algunos para adornar), desechando la parte más dura, concretamente el extremo inferior de cada espárrago. Luego puse en una sartén, con un par de cucharadas de aceite de oliva, los espárragos que había cortado a trocitos, con una pizca de sal. Los tuve unos minutos, hasta que se doraron un poco y perdieron la rigidez que les caracteriza. Luego los aparté y en la misma sartén asé también los espárragos que había dejado apartados sin cortar, hasta que se doraron. Los guardé.

Por otro lado separé las yemas de las claras, y batí estas últimas con una pizca de sal en un bol, cuando las claras cogieron volumen añadí las yemas y seguí batiendo. Luego incorporé al bol los espárragos que asé en primer lugar (los cortados a trocitos) con el queso parmesano y una pizca de sal de ajo. Integré todos los ingredientes del bol y los eché en una sartén con un poco de aceite de oliva. Dejé que cuajara la tortilla por un lado y pasados unos minutos di la vuelta con la ayuda de una tapadera. Cuando cuajó del todo aparté y la corté a trocitos, poniendo encima de cada trozo unos espárragos asados.

Me parece una propuesta sencilla para el fin de semana, o para cuando nos venga de gusto, la tortilla, con el espárrago y los aromas del parmesano queda rica de verdad, con el vino hace un maridaje perfecto. A mí concretamente, de todas las posibilidades que ofrece la marca, es uno de los que más me gusta. ¡Buen fin de semana!

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Para la elaboración de esta receta he recibido muestras de la Bodega Martín Códax a la que agradezco su colaboración.