martes, 14 de septiembre de 2010

Sopa de melón


Mi tía Ramona cocinaba estupendamente. Nunca he probado una tortilla de patatas como la que ella hacía, estaban exquisitas. Tenía un don para la cocina. Sabía infinidad de recetas. Todas en su cabeza. Cuando probaba un melón y le sabía feo porque estaba aún verde, lo trituraba con la batidora con un zumo de limón y azúcar. Estas fueron las primeras sopas de melón que probé hace más de 20 años, pero el recuerdo sigue presente como si fuese ayer mismo cuando la veía con el delantal en la cocina.

Esta sopa de melón lleva algún cambio. En primer lugar cogemos y cortamos unas tajadas de melón. Le quitamos la piel y las pipas. Añadimos la pulpa en el vaso de la batidora con el jugo de medio de limón, una pizca de sal, unas hojitas de hierbabuena y un chorreoncito de aceite de oliva. Lo batimos todo hasta obtener una sopa. Servimos frío con un poco de jamón muy picadito. Y a disfrutar del plato.

8 comentarios:

  1. una versión estupenda del melón con jamón ,asi en sopa fresquita que todavia hace calor genial !! ;)

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  2. Que fresquito y rica esta receta, maravillosa.

    Saludos

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  3. Javier, nunca he probado el melón así, pero ha tenido que quedar delicioso!!
    Una receeta más que conozco :)

    Besotes

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  4. Qué buena! Y que linda presentada.
    Me encanta!
    ;-D

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  5. Hola Javier
    Nunca he probado esa sopa de melón, pero debe estar riquísima y además bastante fresquita... y algo muy importante es que no debe tardar mucho, verdad?

    Muchas gracias por tus enseñanzas culinarias.

    Besos

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  6. Un plato sencillo, rico y referescante para estos días de calor que todavía tenemos.
    Gracias!!! un beso.

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  7. en la Mancha cuando un melón sale verde decimos que está pepino o que está para hacer una ensalada, buena manera de aprovecharlo. Lo de la tortilla de patatas, mira que es dificil, eh?

    por cierto estupendas fotos por aquí también.

    saludos

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  8. ¡Qué buena suerte he tenido de comprar un melón excesivamente maduro y difícil de comer! Por no tirarlo he decidido probar la receta que me había comentado mi cuñado, y ha salido exquisita.
    Creo que debo rectificar, la buena suerte no es de haber comprado el melón, es de tener el cuñado que tengo.

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