Ventresca de bonito del norte abrazada con queso sobre salsa de pimientos del piquillo

Desde que probé los productos de Conservas Rosara soy un fan incondicional de esta marca, son de una calidad excelente. En Conservas Artesanas Rosara se toman muy en serio el tema de la calidad, no les basta con seleccionar los mejores frutos de la tierra, la elaboración es muy importante. Elaboran sus productos de manera artesanal, siempre buscando el mejor resultado, sin escatimar ni en gastos ni en esfuerzo. Investigando continuamente  nuevos productos y platos cocinados, algunos elaborados respetando escrupulosamente la receta tradicional, y otros frutos de innovación en la cocina. Además han cumplido ya 25 años en el sector, supongo que será por algo...

Cuando abrí la lata de Ventresca de Bonito del Norte en Aceite de Oliva y la probé estuve a punto de poner la ventresca en un plato y hacerle la foto, sin ninguna receta, porque estaba tan buena, pero luego lo pensé mejor y llegué a la conclusión de que quizás sería mejor cocinar algo. Dicho y hecho.

En primer lugar pelé un ajo y lo piqué en trocitos muy pequeños, lo añadí a una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra, cuando comenzó el ajo a coger color eché una cebolla grande picada con una pizca de sal y dejé que se pochara, cuando comenzaba a dorarse eché 200 gramos de pimientos del piquillo cortados a trocitos, di unas cuántas vueltas y terminé echando un chorreoncito de vino fino de Jerez. Cuando se evaporó el vino le bajé el fuego y eché unos 200 ml de nata, dejándolo unos minutos más en la sartén. Luego lo pasé todo al vaso de la batidora y lo trituré hasta obtener la salsa.

Con la salsa preparada me quedó encender el gratinador del hondo a 180º y en la bandeja del horno coloqué un papel sulfurizado para poner encima unos rectangulos de queso rallado especial para gratinar. En cuanto se doraron los saqué del horno y, esto es muy importante, ante de que se enfriaran, con la ayuda de una espumadera y una cuchara de madera para no quemarme, abracé los trozos de ventresca con el queso, como si fueran un cucurucho.

Ya sólo queda presentar el plato, echar un poco de salsa y encima colocar la ventresca abrazada. Estaba delicioso

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Para la elaboración de esta receta he recibido muestras de Conservas Rosara a la que agradezco su colaboración