Pan de cebolla y nueces ¿vas a dejarlo solo?

Me encanta comer pan, a veces como más pan que comida, realmente es un vicio. La primera vez que hice pan en casa, fue en el horno, sentí una sensación muy grata, casi inexplicable. Este de cebolla y nueces es de los que más me gusta, aunque hay muchas combinaciones buenas. Ahora lo suelo hacer en panificadora, básicamente porque es más fácil y el resultado es muy bueno. Pones los ingredientes y casi te olvidas del tema. Y digo yo, una vez que tienes el pan encima de la mesa tienes dos opciones: comértelo solo (que no es mala idea) o acompañarlo lo mejor posible. Por eso hoy he escogido los embutidos caseros de Gourmetsabor.com, productos típicos valencianos, preparados con todo el cariño para deleite de los más exquisitos paladares, fruto de una elaboración artesanal de origen y tradición familiar. Embutidos con la Denominación de Origen de Ontinyent, longaniza seca o de vuelta, fuet, sobrasada, morcilla de carne o chorizo, todos ellos de una calidad inigualable. Acompañaremos el pan y los embutidos con un vino tinto Heretat de Taverners, elaborado con uvas de Tempranillo y Monastrell.

Vamos a comenzar pelando una cebolla grande y picándola a cuadritos pequeños. En una sartén con dos cucharas de Aceite de Oliva Virgen Extra de Ontinyent, vamos a pochar la cebolla, a fuego lento, con una pizca de sal, en el momento que comience a dorarse la apartaremos en seguida, porque luego en la panificadora se puede tostar demasiado. Por otro lado echaremos un puñado de nueces peladas en un mortero y procederemos a machacarlas, dejaremos algún trocito un poco más grande que otros, para luego encontrarlos en nuestro pan.

En la cubeta de la panificadora echaremos, para 500 gramos de pan aproximadamente, 150 ml de agua, 40 ml de leche, una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra, una cucharada de café de sal, dos cucharadas de azúcar, 345 gramos de harina de fuerza y una cucharada de de café de levadura fresca. Seleccionaremos el programa, en este caso usé el nº 1, el peso y el dorado, suelo poner el medio, cuando haga la señal sonora añadiremos la cebolla y las nueces. Transcurrido el tiempo necesario, como por arte de magia, obtendremos una rica pieza de pan, ya sólo nos queda disfrutarlo, y lo dicho ¿vas a dejarlo solo? A mí los embutidos me han encantado, son de una calidad extraordinaria, para estas fechas que se aproximan no me digáis que no es una buena idea, seguro que en su página encontráis un lote perfecto.

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Para la elaboración de esta receta he recibido muestras de la empresa Gourmetsabor.com a la que agradezco su colaboración