Ensalada con salmón y vinagreta de avellanas

En casa no faltan las ensaladas. Por eso las hacemos variadas, así nunca nos cansamos, esta es de esas que estás deseando volver a repetir, porque quedó muy rica. Aportan vitaminas y se comen casi sin pensarlo. Ahora que el calor aprieta son el plato perfecto. Y para acompañar qué mejor que unas croquetas, en este caso de Maheso, con más de 30 años dedicados a la elaboración de platos y precocinados ultracongelados. Te ofrecen una amplia gama de variedades, desde la más clásica a la más sofisticada, para los platos de día a día o para las ocasiones más especiales.

De la Gama Gourmet escogí de varios tipos, como las de  Jamón Ibérico o las de  Setas. También algunas de Cocido y otras de Ternasco de Aragón, la primera croqueta elaborada con auténtica carne de Ternasco de Aragón. La larga tradición de los productos aragoneses, la selección de las razas autóctonas, el cuidado de la crianza y la alimentación garantizan un alimento de máxima calidad, sin grasas hidrogenadas, sin colorantes y sin consevantes, sin necesidad de descongelar, listas en cinco minutos en la freidora. Con la calidad a la que Maheso nos tiene acostumbrados.

Para la ensalada abrí una bolsa de lechugas variadas, puse unos espárragos blancos en conserva y unos trozos de salmón ahumado. La vinagreta la preparé con un chorreón generoso de aceite de oliva virgen extra, un poco de vinagre de Jerez, una pizca de sal de Flor de Sal con Wasabi y un puñado de avellanas machacadas. La vinagreta la usaré para otras ensaladas, porque mojábamos pan en el aceitito que quedaba, quizás no sea muy ortodoxo hacer esto, pero es que estaba tan rica...

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Para la elaboración de esta receta he recibido muestras de la empresa Maheso a la que agradezco su colaboración